Cómo quitarte el ruido de la cabeza

    ¿Quieres liberarte del estrés? ¿Quitarte el ruido de la cabeza? En este artículo, David Allen comparte contigo las claves para conseguirlo.

    Si dejas que el cúmulo de tus compromisos se desborde, se genera una ansiedad en el ambiente y un estrés innecesarios. Dejarás que esto ocurra si utilizas tu psique en lugar de un sistema para controlar esos «asuntos pendientes».

    La única salida es gestionar un inventario completo, actual y objetivo de tus compromisos en un contenedor sin fisuras y a prueba de fugas (no en tu mente).

    Debes ser capaz de renegociar esos compromisos contigo mismo, en todo momento, para que no estén sobrecargando tu psique y minando tu autoconfianza. En otras palabras, sólo te puedes sentir bien con lo que no haces cuando sabes qué es lo que no haces.

    Estas son las claves para no tener nada en la cabeza (excepto lo que quieras tener en ella):

    • Ten siempre a mano y utiliza una herramienta de «captura» personal. Anota todas y cada una de las ideas potencialmente útiles y todos los deberes, necesidades y deseos, cuando y donde se te ocurran.
    • Ten siempre a mano y utiliza bolígrafos y blocs de notas en los lugares en los que habitualmente pienses, trabajes y/o te comuniques. Toma notas mientras hablas, piensas y escuchas. Si no tienes a mano las herramientas para anotar, te resistirás al proceso. Ten también blocs para tomar notas junto a todos los teléfonos.
    • Después de escribir en tus blocs, arranca y echa las notas en tu bandeja de entrada. Mantén los blocs despejados para nuevas entradas.
    • Procesa y vacía tu bandeja de entrada diariamente (como haces con tu buzón de voz). Si evitas decidir qué vas a hacer con el contenido de las notas, o lo que significan para ti, subvertirás todo el flujo más pronto que tarde.
    • Organiza como corresponda las acciones resultantes, los proyectos y el material de apoyo y referencia. Ten un buen sistema de listas que te permita agrupar cosas de la misma naturaleza (todas tus llamadas, todas los recados que tienes que hacer, etc.), además de un sistema de archivo —fácil de usar— para las notas de los proyectos.
    • Revisa tus listas de proyectos y posibles acciones con la suficiente constancia como para confiar en que no se te escapa nada. Al menos una vez a la semana repasa todos los proyectos para los que aún mantienes tu compromiso de terminarlos y qué es lo siguiente que tienes que hacer con cada uno de ellos.

    Si sigues estas pautas para controlar tus compromisos, descubrirás que (1) tendrás más consciencia y madurez sobre lo que te comprometes (empezarás a autorregularte más automáticamente), y (2) te sentirás cada vez con mayor comodidad ante una gran lista de cosas sin hacer.

    Ambos resultados son fundamentales para un estilo de vida y de trabajo sostenible.

    David Allen